En esta época del año, pocas cosas son mejores que acurrucarse con una taza de algo caliente y un buen libro, y mi opción preferida suele ser un tazón de sopa de jengibre y miso rica en espermidina. Esta sopa fortalece el sistema inmunológico, es antiinflamatoria y está llena de sabor. Además, brinda muchos beneficios para la salud y es el capricho perfecto para el cuidado personal.
Ingredientes:
- 600 ml de caldo de huesos de pollo casero*
- 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
- 2 cucharaditas de miso probiótico no pasteurizado
- Un chorrito de jugo de limón
- Un poco de sal marina (dependiendo de la salinidad de tu miso)
Opcional:
- 1-2 huevos para que quede cremoso y más sustancioso.
- Hojuelas de chile
- Alga
Consejo:
- *Para una opción vegetariana o vegana, use caldo de verduras de buena calidad en lugar de caldo de huesos de pollo.
Instrucciones:
1. Lleve el caldo de huesos a ebullición y reduzca el fuego a fuego lento durante unos minutos para calentarlo. Luego apague el fuego.
2. En un recipiente pequeño aparte, bata el miso con agua a temperatura ambiente antes de mezclarlo con el resto del caldo de huesos o caldo de verduras.
3. Cuando el caldo se haya enfriado un poco (no debe estar hirviendo para evitar matar los probióticos saludables del miso).
4. Exprime el jengibre sobre la sartén para extraer todo el jugo, agrega el miso y rompe un huevo si lo usas.
5. Utilice un batidor para mezclarlo hasta que quede suave y cremoso.
6. Viértalo en una taza o tazón y agregue la sal marina y el jugo de limón a gusto, luego cubra con hojuelas de chile y/o su alga favorita.
¡Disfrutar!
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